Periodoncia

Consiste en preservar y tratar los tejidos en torno a los dientes como la encía. Estos tejidos sustentan los dientes. Si no lo tratamos sangran primero, comienzan a moverse, se “afean” y se caen.

A continuación mencionaremos los tratamientos periodontales más comunes basados en la remoción de sarro:


Limpieza de boca o detartraje mediante ultrasonidos.

Junto con la revisión anual, en la mayor parte de casos, realizamos una limpieza de boca. A lo largo de un año es habitual acumular sarro en torno a los cuellos de los dientes. Este sarro es muy difícil de eliminar por el propio paciente mediante un cepillado convencional. El sarro es el principal causante de la enfermedad de las encías (Periodontal) y debemos eliminarlo en la clínica mediante el uso de un sistema de ultrasonidos.

De no hacerlo, el sarro, firmemente adherido al diente, continúa acumulándose inflamando las encías, y eventualmente lesionándolas de forma permanente provocando también la pérdida del hueso circundante. El hueso en torno a los dientes sustenta los mismos, si sufrimos una pérdida de este sustento, lógicamente los dientes pueden empezar a moverse, eventualmente se puede dar la pérdida del diente. Mediante reiteradas limpiezas podemos controlar mejor el avance del sarro previniendo la pérdida de hueso y encía.


Raspado y alisado radicular:

También llamado “curetaje” por algunos, se trata de un tratamiento de eliminación del sarro que se encuentra alojado entre la encía y el diente con cierta profundidad.

Recurrimos a este tratamiento cuando el odontólogo considera que es necesario eliminar sarro que se encuentra más profundo y que no es posible eliminar con ultrasonidos (véase: “detartraje mediante ultrasonidos”)

Es habitual que los pacientes candidatos para este tratamiento muestren síntomas como:

  • 1. Pérdida definitiva de encía en los cuellos de los dientes.
  • 2. presencia de inflamación generalizada de las encías.
  • 3. sangrado espontáneo o al cepillado.
  • 4. Movilidad dentaria.
  • 5. Abundantes depositos de sarro.
  • 6. Halitosis (mal aliento).
  • 7. Dolor en torno a los dientes inespecífico.

El raspado consiste en la aplicación de anestésico en la zona a tratar, posteriormente en la eliminación del sarro mediante ultrasonidos y a seguidamente mediante curetas. La curetas son instrumentos que sirven para poder eliminar el sarro manualmente en cotas más profundas separándolo del diente.

Es habitual realizarlo en cuatro sesiones dividiendo la boca en cuatro partes. Como hemos mencionado en un apartado anterior, debemos eliminar este sarro para prevenir la pérdida del tejido de sostén de los dientes. Este tejido es difícilmente recuperable al ser dañado por el sarro (enfermedad periodontal) y llegado el momento los dientes comienzan a moverse y se caen.

El Raspado y alisado radicular se realiza en pacientes como “tratamiento de shock” para librar los dientes del sarro, ahora bien, tan importante es la realización de este tratamiento como el mantenimiento que realizamos seguidamente. Este mantenimiento lo llamamos “Mantenimiento periodontal”.


Mantenimiento periodontal

Consiste en realizar un seguimiento y mantenimiento de aquellos pacientes que están diagnosticados con enfermedad periodontal (de las encías). Habitualmente son pacientes que ya han recibido un tratamiento de Raspado y alisado radicular o curetaje (véase el apartado de “Raspado y alisado radicular”). De nada sirve dejar las encías perfectamente limpias si no realizamos un estricto seguimiento y mantenimiento del paciente.

El mantenimiento periodontal lo realizamos periódicamente de 4 a 6 meses para poder eliminar el sarro que pueda ir añadiéndose nuevamente. Lo realizamos con curetas y ultrasonidos pero habitualmente no aplicamos anestésico. Además los mantenimientos nos sirven para ir monitorizando las encías y comprobamos si logramos “congelar el avance” de la enfermedad.

Debido a que la periodontitis tiene un carácter crónico, nuestro mantenimiento suele mantenerse de forma indefinida en el tiempo.